sábado, 30 de octubre de 2010

La Universidad Autónoma de Barcelona acoge la asamblea de EBU training 2010

Durante los días 21 i 22 de Octubre se dio lugar a un acontecimiento inédito en las instalaciones de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB. Este acto contó con la colaboración de varios representantes de las cadenas televisivas i radiofónicas de más prestigio en Europa.
Tan solo aproximar-se a las afueras de la facultad, el ambiente ya denotaba una cierta peculiaridad. Un grupo de gente uniformada acudía a un evento que sin duda había despertado el interés de muchos: la asamblea de Europan Broadcasting Union (EBU). Los anfitriones de dicha congregación fueron el Instituto de Radio Televisión Español (IRTVE) i el Gabinete de Comunicación y Educación. La jornada fue dirigida a  miembros de la EBU, jefes de formación y desarrollo, jefes de relaciones internacionales, jefes y directivos a cargo de recursos, estrategias y gestión del cambio y, también, a todos los alumnos interesados. Su objetivo era tratar cuestiones como qué tienen que tener las televisiones públicas para hacer servicio al ciudadano, o cuál es la forma en que debemos tratar las redes sociales.
A la entrada de la facultad un grupo de estudiantes, en cooperación con alguno de los miembros del Gabinete de Comunicación, repartían el pase que permitiría a todos aquellos interesados asistir a las distintas conferencias que durante los dos días se irían sucediendo. La obertura de las jornadas consistió en una breve introducción de la mano de Irena Kidybinska, miembro del actual comité de la EBU,  encargada de presentar el tema de la asamblea: How do Public Broadcasters compete. A esta introducción le siguió, en representación de la Universidad Autónoma, un pequeño discurso de bienvenida del decano de la facultad, Josep Maria Català, a quien se le unió José Manuel Tornero, director del Gabinete de Comunicación y Educación.
En la primera de las conferencias, Think like a sportsman, se habló en general de las televisiones públicas como medio social esencial, de cómo éstas podían ser mejores i más fuertes en el ámbito deportivo, cuáles eran las posibles organizaciones o estrategias para conseguir este propósito y, principalmente, cuál era la forma de hacer que los profesionales dedicados a esta área pensaran como un verdadero deportista.  El debate contó con la presencia de Rune Haug, jefe de deportes de NRK en Noruega, que hizo hincapié en el beneficio que representaba la competitividad tanto respecto los medios de comunicación como a los deportistas; Charles Runcie, jefe de deportes de la BBC Nations and Regions en Gran Bretaña, realizó una introducción a su cadena i destacó alguna de sus características. Al finalizar su presentación, afirmó que para ser un buen comunicador en el ámbito de los deportes hacía falta mucha pasión, dedicación, vocación y asegurarse de que siempre estas realizando tu trabajo en la dirección correcta. Ignacio Gómez-Acebo, director de deportes de TVE en España, inclinó su aportación a destacar la repercusión que el canal Teledeporte tenía en el deporte tanto a nivel de TVE como de España en general.
Tras un pequeño descanso, a las 12:30 dio comienzo la segunda jornada, Social media: a challenge and opportunity for Public Media. Los participantes de esta sesión fueron Alex Gubbay, de la BBC news de Gran Bretaña y Jens Kraan, de 24 NOS news en Holanda. Durante su duración, el tema principal fue como estas grandes cadenas de televisión europeas trataban con los medios sociales i las nuevas tecnologías. La BBC, por ejemplo, destacó utilizar este tipo de vías de comunicación para difundir ideas i motivar al público para ser partícipe de ellas, ofreciéndoles variedad de información novedosa e interesante. A través de ellos también se les permite estar siempre en cualquier lado i en contacto con cualquier persona, por lo que elimina muchas de las barreras que por el contrario ofrecen otros medios menos modernizados. Algunas de las redes sociales más utilizados son el Facebook i el Twitter. Tal i como se mostro durante la conferencia, si Facebook fuera un país, sería el tercero más poblado de todo el mundo, dato que llamo la atención de muchos de los asistentes. La conclusión que se pudo extraer tras todas estas explicaciones fue clara: La manera de comunicarse está cambiando y este cambio se está produciendo a una velocidad extraordinaria. 
Durante la tarde de ese mismo día se llevaron a cabo dos actividades más, Anticipate the future newsflash y Training & competition, y una serie de entrevistas  y charlas realizadas en los platós de televisión de la facultad con las que se puso punto y final al primer día de las jornadas EBU.
La sesión con la que se dio inicio el viernes fue Organitzations Changing to Compete. Contó con la col·laboración de Brigitte Vermeersch, de VRT en Bélgica, y Jan Petersson, director de análisis i comunicación de SR en Suecia, quienes hablaron de la percepción que tenían los servicios públicos en los diferentes mercados, cómo las cadenas de televisión públicas tenían que adaptar su organización y misión a los rápidos cambios en el entorno de la comunicación y de cómo pueden ayudar las nuevas estructuras de las compañías de medios públicos a competir en un mercado globalizado. Seguidamente, se finalizó la mañana con la sesión How to designa n effective training offer in a big broadcasting organization, encabezada por Anne Morrison, directora de la BBC Academy de Gran Bretaña.
Edwin Brys, Kate O’Connor, José Manuel Tornero como representante del Gabinete de Comunicación y Educación, Miguel como representante de RTVE y Donald-Iain Brown, moderador de todas las sesiones realizadas,  fueron los encargados de protagonizar la tercera jornada del viernes y la última de la Asamblea. Se presentó bajo el nombre: Partnerships: how can broadcasters work together with higer education to enhance employability and creativity y trató temas basados en los beneficios de la cooperación de ciertas entidades de la educación con algunas de las cadenas televisivas de más repercusión. También se habló del desempleo entre la juventud actual en el ámbito de la comunicación (un 40% aproximadamente) y la necesidad de potenciar la colaboración antes dicha como posible solución al problema. Un hecho importante que destacó Miguel es que la gente nunca tendría que dejar de ser estudiante aunque fuera un profesional, así siempre seguiría aprendiendo y mejorando.     
Tras la selección del comité del año 2010-2012 y las conclusiones que realizó Donald-Iain, se dio por concluida la realización de la Asamblea EBU training, que durante todas sus jornadas no solo contó con la participación de representantes de prestigio y de alumnos de la universidad, sino que también con la participación de todos aquellos que siguieron este acto desde internet, fomentando de esta manera la interactividad.  

lunes, 25 de octubre de 2010

Relato de una guerra

“Territorio comanche: Lugar donde la guerra hace estragos. Donde todo esta arrasado por los combates y ya no queda prácticamente nada en pie”. Este es el término elegido para dar nombre a la obra de Arturo Pérez-Reverte, una obra que intenta ponernos en la piel de los corresponsales de guerra que día a día mantienen una lucha constante por la supervivencia y, a la vez, una lucha contrarreloj por el cumplimiento de su trabajo informativo.

Pèrez-Reverte en una de sus
coberturas informativas

Aunque el objetivo de este libro sea trasmitir esas sensaciones, al ir leyendo a lo largo de sus paginas veremos como se destaca de manera reiterada una afirmación clara: quien no ha estado en la guerra, quien tan solo la ha vivido a través de unas simples paginas de articulo o unas imágenes retransmitidas por el telediario semanal, no tiene conciencia de lo que el concepto “guerra” significa. Y, por lo tanto, quién mejor que alguien como Arturo Pérez-Reverte, que ejerció de corresponsal de guerra durante 21 años, para tratar de acercarnos una idea de lo vivido y sufrido en estos infiernos.

El libro esta estructurado en seis capítulos que narran la historia ficticia de dos corresponsales de TVE, Márquez y Barlés, cubriendo las Guerras Yugoslavas. Pero aún y su carácter de ficción, la obra tiene un trasfondo realista, y es que Pérez-Reverte, quien compartió trabajo con José Luis Márquez en estas guerras, tomó la decisión de dedicarle esta lectura a su compañero: “dedicarle el libro no sólo era justo, sino que era necesario para hacer debido honor a ese fulano taciturno y silencioso que, merced a varios recuerdos y a algunos ratos buenos y malos compartidos, me hace el favor de ser mi amigo”. Reverte, a través del personaje de Barlés, muestra a su amigo Márquez como uno de los grandes personajes de la guerra, con más valor i vocación que muchos otros: “Quizá todo cuanto los hombres echan en falta, aquello que les hace poner un pie ante otro y largarse, él lo encontraba en la guerra”.

Aún y la dificultad de expresar con todo lujo de detalle lo que una persona siente al estar en situaciones similares a las que se narran en esta historia, la obra consigue que de alguna manera el lector se sienta participe de ella, introduciéndose en cada paraje descrito, visionando cada lugar detallado.

Los hechos narrados simulan una tarde en la qué ambos personajes están a la espera de un ataque croata que derrumbe el puente de Bijelo Polje. Partiendo de esta base, el libro imparte conciencia sobre los ataques que se producen durante una guerra de manera constante, minuto a minuto sin descanso. Niños, ancianos, mujeres, hombres… todos son, al fin y al cabo, víctimas inocentes condenadas a una gran injusticia. Algunos mueren pisando una mina, otros atravesados por metralla, unos pocos sobreviven, los otros quedan malheridos estratégicamente para que cuando los compañeros acudan en su ayuda, haya más victimas a las que apuntar. En resumidas cuentas habla del dolor, porque, como cita Barlés: “un muerto no es sino eso: el dolor futuro de alguien que te espera y no sabe que estás muerto”.

A mi parecer, el capítulo que refleja de manera más exacta el sentido de la obra es el cuarto capítulo, que lleva por nombre “Postales de Mostar”. En éste se analiza la guerra desde una visión más subjetiva, implicando más sentimientos. El capítulo se centra en la desolación, en el aferro de las personas que viven estas situaciones por no acabar de resignarse a perder todo lo que había significado su vida. Es un capítulo que da pie a la reflexión, que muestra la parte más oscura de los enfrentamientos, la incoherencia de estos actos i las consecuencias nefastas que tienen sobre quien posee menos responsabilidad.

En los capítulos restantes la combinación de los hechos sucedidos entorno a los personajes durante aquella intensa tarde con los flashbacks de ambos nos amplía la visión a otras guerras, de manera que la obra no tan solo se enfoca hacia la guerra concreta que se ve representada en la lectura, sino también hacia otras anteriores. Este es un factor interesante, ya que de esta manera no se imponen límites a la hora de narrar los hechos.

Otro punto interesante de la obra de Reverte es la muestra de las diferentes facetas de evolución de la personalidad de los corresponsales a lo largo de la lectura. En un principio nos introducen su parte más humana, aquella que les hace dejar a un lado el micro y las cámaras y ayudar a evacuar un lugar donde decenas de heridos permanecen inmóviles, a la espera de otro ataque. Pero a medida que pasa el tiempo, que aquellas personas afrontan las guerras diariamente, se acostumbran, si se puede considerar ésta la palabra exacta, a convivir con aquella situación y es ahí cuando aparece su personalidad más fría y calculadora. Y es entonces cuando éstos son mostrados como personas con pocos escrúpulos, con mucho valor y una personalidad muy marcada con ideas claras. Se nos muestran como personas que nunca retroceden en sus decisiones, personas firmes que, a pesar del dolor que ven ante sus ojos, son capaces de hacer su trabajo con total profesionalidad. Respecto a este tema, el libro reserva un capítulo entero para destacar las mujeres corresponsales, aquellas por las que Reverte deja a entrever una gran admiración. Su valentía las iguala al nivel de cualquier hombre y, simultáneamente, las dota de su misma importancia. Este inciso en mitad de los hechos es un punto remarcable, ya que nos recuerda lo que en ciertas ocasiones tendemos a olvidar: los trabajos en la guerra no están reservados únicamente a los hombres, sino que ellas tiene el mismo derecho y las mismas capacidades para impartirlos.

Arturo Pérez-Reverte
Finalmente, la obra deja su desenlace en suspense, sin aclarar que es lo que les sucede a los personajes principales después de todo el esfuerzo realizado. Y es aquí, en este detalle clave, cuando después de haber apreciado la obra en su totalidad, la sensación con la que concluyes su lectura es con la de sentir que en una guerra todo se vuelve inservible. Todo carece de utilidad o de sentido. El trabajo realizado se vuelve insignificante en comparación a la magnitud de las circunstancias. La gente se vuelve impotente ante tal crueldad inevitable. La conciencia que puedan creer tomar las personas sobre estos hechos se vuelve mínima ante el sufrimiento de quien lo vive, de manera impuesta y sin ninguna otra opción, en primera persona.

A fin de cuentas, la obra se puede resumir con brevedad en una de las frases que aparecen en la lectura: “Nos pasamos la vida creyendo que nuestros esfuerzos, nuestro trabajo, lo que conseguimos a cambio de todo eso, son definitivos, estables. Creemos que van a durar; que nosotros vamos a durar. Y un día el cielo nos cae sobre la cabeza. Nada es tan frágil como lo que tienes. Y lo más frágil que tienes, es la vida.”



martes, 12 de octubre de 2010

¿Información o desinformación?

A menudo al comparar una noticia expuesta en medios distintos podemos observar que la esencia de ésta es la misma, pero que los detalles fundamentales varían. La pregunta que surge de este hecho es si realmente los medios de comunicación dan la información adecuada que debería recibir la sociedad o si se aprovechan de su poder de manipulación para llevar la noticia a su terreno. 


Hoy en día tenemos a nuestro abasto un gran abanico de medios de comunicación, la función de los cuales es mantener informada a la sociedad sobre los hechos de la actualidad en su entorno. A medida que pasa el tiempo, la variedad i las opciones que ofrecen estos medios van en aumento. Todo esto, por lógica, contribuye a una mejora de la informatización. Pero a la vez que la variedad de medios aumenta, aumenta también la diferencia entre las orientaciones de cada uno y sus ideologías. Un ejemplo claro lo encontramos en la prensa deportiva, donde claramente se ven diferenciados los diarios orientados hacia una cierta afición u hacia otra. Y esto sucede igual en todos los medios.

La separación de los medios según los distintos puntos de vista puede beneficiar o perjudicar a la sociedad según sea visto. Por una banda, es sabido que una persona con una cierta ideología se decantará por el medio que le ofrezca noticias orientadas a esa filosofía y, por lo tanto, quedará complacido con la información allí dicha, creyendo que esta es la verdadera. Pero a la vez esto supone un problema grave. Creyendo que aquella información dada es la correcta, estará cayendo en la manipulación de los medios.
Así pues, si se abandona la objetividad de la información, supliéndola por la subjetividad, lo único que se consigue es dar una información a la sociedad que no es el cien por cien verdadera y, entonces, se estará llevando a cabo el proceso inverso a la información: la desinformación.

¿Por qué los medios tienden a esta manipulación? La respuesta la encontramos en que, orientado aquella información hacia un público concreto, probablemente sus beneficios vayan en aumento. Dicho de otra forma, los medios actuales no consideran la comunicación como una forma de hacer llegar la actualidad a la sociedad, sino que ven la información como una mercancía con la que comerciar. Y como en su momento citó con Kapuscinski: “Desde que está considerada como una mercancía, la información a dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad o el error. Ahora se rige por las leyes de mercado”.
La única vía de solución a este problema globalizado en la actualidad la posee la sociedad misma. Somos todos los consumidores de estos medios los que debemos de contrastar y verificar la información, sin conformarnos con aquello que, tan cómodamente, se nos expone a merced de unos intereses propios.